martes, 6 de mayo de 2008

Con ojos prestados

LA FERIA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UN CIEGO:

No puedo ver, por lo cual no se como es la feria de Sevilla, no se como se bailan las sevillanas, ni como son los trajes de gitana, ni como montan a caballo jinetes y amazonas, ni puedo ver las atracciones, ni se como es ni siquiera la portada.
Pero si puedo sentirla; puedo oler el olor a algodón de azúcar de los puestos, el olor de los caballos, el olor de las casetas a rebujito y tortillas de patatas. Puedo escuchar las sevillanas, los cascos de los caballos al chocar contra el suelo, los carruajes con sus grandes ruedas atravesando las calles húmedas a causa del camión de la limpieza, llenas de gente, puedo escuchar las voces de estas felices, y el llanto de los niños cansados, los gritos de los jóvenes que disfrutan de las atracciones y los micrófonos de los puestos. Puedo sentir el ambiente húmedo y seco en un mismo día, puedo sentir el albero bajo mis pies y puedo sentir el viento que me inunda con un millón de sensaciones.
Pero lo mas importante es que lo bello de la feria no es solo la imagen exterior, si no también lo que hay detrás de todas estas luces y colores, lo mas importante es la alegría que transmiten las personas y el conjunto de sentimientos y sensaciones que te inundan al pisar la feria.

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